Al mirar por esa ventana,
el mar y la oscuridad de la noche
terminaron por convencerme
de lo enamorada que estoy de ese puerto devastado.
Valparaíso se llama,
ahí está mi lugar,
ahí viviré y con los años,
sus mares bañarán mis cenizas.
Lamento tanto haber dudado
en lo que a ciudad se refiere,
ver mi puerto en el suelo por la ira de la naturaleza
me hizo ver cuánto lo amo y necesito.
La ciudad de mis sueños,
mis fantasías mágicas ahí se quedan
y cada vez que viejo,
los recuerdos inundan mi memoria.
Valparaíso yo te amo,
en tus playas y cielos,
está mi lugar,
no le temo a la naturaleza, yo volveré y contigo me quedaré.
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