Veía como mi vida se hundía
como mi alma iba perdida
como mis ojos solos se cerraban
y como mi cuerpo me abandonaba.
Soñaba despierta en mi mundo
con una gran pesadilla
esperando al príncipe azul
que con un beso me despertaría.
Esperé y esperé
y tranquila me quedé
pues, ya sabía que algún día
él tendría que llegar.
¡Basta! ¡Al fin él llegó!
con un suave beso y
una dulce caricia, mi príncipe azul
entre sus brazos me tomó y me despertó.
Y hoy, vivo feliz,
duermo y camino con él y en él
tomada de sus manos
atada a él, eternamente a su lado.
Y solo puedo decir
cuanto amo a ese chico
que se convirtió
en mi príncipe azul
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